Aunque seamos ciclistas de montaña amantes de las ruedas con tacos, en la mayoría de nuestras salidas en bicicleta es más que probable que circulemos sobre asfalto durante una distancia más o menos variable. Rodar sobre una carretera asfaltada, con excepción del resto de vehículos que circulan por la misma, suele ofrecer una falsa sensación de seguridad gracias a su superficie, siempre regular y libre de árboles, raíces y otros elementos tan típicos del monte. Sin embargo, una simple caída sobre asfalto no perdona, causando lesiones que en muchas ocasiones (sobre todo cuesta abajo) los ciclistas no tenemos en cuenta. Así son las dolorosas consecuencias de caerse con una bicicleta sobre el asfalto...