
En el mundo del deporte, resulta muy común escuchar aquello de "si tienes dolor muscular, no deberías entrenar", siendo lo más sensato abandonar nuestros entrenamientos hasta la desaparición del dolor. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que las molestias musculares son ligeramente diferentes al dolor muscular, y mucho más frecuentes de lo que pensamos. Por este motivo, resulta interesante aprender a diferenciar entre el dolor y el malestar, entendiendo cómo funcionan las señales de alerta de nuestro cuerpo.