
A día de hoy, cualquier ciclista más o menos experimentado hace uso de ruedas tubelizadas (sin cámara) debido a las ventajas asociadas a las mismas: mayor protección frente a los pinchazos, uso de presiones más bajas y una reducción de peso en la rueda, entre otras. Sin embargo, el principal inconveniente de los sistemas tubeless continúa siendo la necesidad de utilizar un compresor de aire o similares para talonar la cubierta; algo que en mitad del monte puede suponer un grave problema para los ciclistas.