
El pasado año, un ciclista de 38 años de edad y vecino de Vigo, en la provincia gallega de Pontevedra, quedó postrado en una silla de ruedas tras impactar con una piedra de grandes dimensiones colocada 'estratégicamente' en un sendero muy popular entre los ciclistas de montaña de la zona. Lejos de tratarse de un caso aislado, tanto la provincia de Pontevedra como otros puntos de Galicia (y del resto de la península) han sido protagonistas de innumerables denuncias por la aparición de todo tipo de trampas para ciclistas y senderistas.