
Salir a rodar con la bicicleta y encontrarse con un animal capaz de desgarrarnos el cuello de un sólo mordisco (o zarpazo) no es algo de lo que debamos preocuparnos en España. Sin embargo, en otros lugares del mundo los ciclistas tienen que lidiar con todo tipo de bestias salvajes, como por ejemplo un gran oso pardo; un alce en época de cría; una urraca australiana o, en el vídeo que nos ocupa, un temible felino: un puma. ¿Miedo? Miedo no, lo siguiente.