
En la última edición de la marcha Behobia - San Sebastián, un corredor de 31 años que participaba en la prueba entró en parada cardiorrespiratoria y falleció poco después en el hospital tras ser atendido por los equipos de emergencia en plena carrera. También hace apenas unos días, el triatleta francés Laurent Vidal, de 31 años, fallecía en su domicilio tras sufrir un paro cardíaco, justo un año después de haber superado una arritmia que ya lo había apartado de la competición profesional.