
A principios de 2014, Arnaud Vincent rodaba con su bicicleta de montaña cuando una rama de árbol golpeó su palanca de freno provocando una aparatosa caída. A raíz del suceso, Arnaud se dio cuenta de que en el mercado no existían guardamanos similares a los de motocross destinados a las bicicletas, por lo que empezó a desarrollar los primeros guardamanos exclusivos para bicicleta de montaña bajo sello propio: AVS Racing (Arnaud Vincent Sport).