
El Valle de Benasque es el más abrupto y bello de cuantos conforman el Pirineo Aragonés, con sus más de 30 pueblos y villas, su arquitectura altoaragonesa, sus iglesias románicas, sus costumbres y su propia lengua. Lugar de encuentro y reposo obligado para cualquier estancia en los Pirineos, el Valle de Benasque es, sin lugar a dudas, uno de nuestros paraísos nacionales para los amantes de las actividades al aire libre. Para apreciar una ínfima parte de la belleza de este lugar, nada mejor que la fotografía enviada por Alberto Gavilán.